La década del 60: Un taller intensivo de escritura y edición

Haroldo Conti, un destacado escritor argentino, vivió una década intensa de escritura y edición en los años 60. La década del 60 fue una suerte de taller intensivo de escritura y edición: Todos los veranos, el libro de cuentos que siguió a su primera novela, se publicó en 1964; la novela Alrededor de la jaula, salió en 1967, el mismo año en que el Centro Editor de América Latina lanzó el libro de relatos Con otra gente. En 1971, la novela En vida, recibió el Premio Barral por un jurado integrado por Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Un año después rechazó una invitación para participar en la beca Guggenheim. “Con el respeto que ustedes merecen por el sólo hecho de haber obrado con lo que se supone es un gesto de buena voluntad, deseo dejar en claro que mis convicciones ideológicas me impiden postularme para un beneficio que, con o sin intención expresa, resulta cuanto más no sea por fatalidad del sistema, una de las formas más sutiles de penetración cultural del imperialismo norteamericano en América latina”, escribió en una carta a Stephen L. Schlesinger, de la Fundación Guggenheim.

Un año antes del secuestro y desaparición la novela Mascaró, el cazador americano ganó el Premio Casa de las Américas en Cuba. También en 1975 publicó su libro de cuentos La balada del álamo carolina. En octubre de ese año comenzó a recibir avisos de que su nombre estaba incluido en una lista de “agentes subversivos”, realizada por las Fuerzas Armadas. “A la diestra”, el último cuento que escribió permaneció en la máquina de escribir del escritor, ante el ruego de su última compañera Marta Scavac en el momento de su secuestro. Este relato es un homenaje en clave fantástica a su tía Teresa, la esposa del tío Agustín (personaje que aparece en el cuento “Las doce a Bragado”). El narrador inventa y hasta cree leer una crónica sobre el asado organizado por Dios en recibimiento de la tía Teresa, que llega al cielo limpia de pecados. Luego del asado hubo festejos en una fantasmagórica fiesta de la que participan Juan Gelman (1930-2014) y el Tata Cedrón.

Carlos Alberto Leiva

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