La economía argentina se encuentra en un estado crítico bajo el gobierno libertario de Javier Milei. A pesar de las promesas de prosperidad y crecimiento, el país se enfrenta a una crisis que afecta directamente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el Producto Bruto Interno (PBI) retrocedió un 1,7% en términos anuales durante 2024. Esto se refleja en una caída generalizada en la economía, con un consumo privado que se contrajo un 4,2%, una inversión que descendió un 17,4% y un gasto público que cayó un 3,2%.
El salario real también sufrió una caída pronunciada, afectando directamente al poder adquisitivo de los trabajadores. La inflación acumulada entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024 fue del 173,19%, erosionando aún más los ingresos de la población.
La situación laboral es igualmente preocupante. Aunque hacia fines de 2024 se registró una leve recuperación en el empleo formal, la calidad del empleo se deterioró visiblemente. La informalidad laboral aumentó, con trabajadores sin acceso a derechos básicos y salarios significativamente más bajos.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, entre el segundo trimestre de 2023 e igual período de 2024, el poder de compra de los salarios cayó un 11%, y la desigualdad se amplió debido a una mayor concentración de ingresos en manos de los sectores más ricos.
Los sectores productivos también se vieron afectados. La actividad industrial y la construcción fueron dos de los sectores más golpeados por las políticas de ajuste. En marzo de 2024, la economía se contrajo un 1,8% mensual, siendo la primera caída en casi un año.
El impacto social de las políticas económicas del gobierno se refleja en el aumento de la pobreza y la desigualdad. La Universidad Católica Argentina advirtió sobre un empobrecimiento de la población debido a la pérdida de capacidad de consumo en un escenario de alta inflación y la ausencia de mejoras en los ingresos.
En resumen, el balance económico y social del gobierno libertario es devastador. Salarios en caída, empleo precario, sectores productivos en crisis y una sociedad cada vez más desigual son algunos de los resultados de las políticas implementadas. Las promesas de recuperación y crecimiento se desvanecen frente a una realidad que golpea con crudeza a millones de argentinos.
Carlos Alberto Leiva
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